Cómo citar este artículo:
Denoni Buján, M., & Cebollero Salinas, A.
(2025). Cómo potenciar el pensamiento crítico en la universidad a través de
competencias en línea: evaluación de la información y la netiqueta [How to enhance
critical thinking at university through online skills: information assessment and netiquette]. Pixel-Bit. Revista De Medios Y Educación, 72,
199–213. https://doi.org/10.12795/pixelbit.109002
RESUMEN
Una
de las competencias clave para desenvolverse en un mundo cada vez más complejo
es el pensamiento crítico. La irrupción de internet y de la inteligencia
artificial ha potenciado aún más la necesidad de desarrollar la disposición al
pensamiento crítico, especialmente entre los jóvenes. Los chicos y las chicas en la universidad estudian, se comunican
y se divierten utilizando internet, aunque lo hacen de manera diferenciada. En
este sentido, sería interesante conocer en qué medida evaluar la información en
internet puede facilitar el desarrollo de una disposición al pensamiento
crítico más estable. Dada la ausencia de estudios que lo valoren, el objetivo
de esta investigación es analizar si conductas como evaluar la fiabilidad de la
información en línea y la netiqueta, ambas requieren valoración de la
información en internet, predicen la disposición al pensamiento crítico y además, de forma diferenciada según el sexo. Participaron
415 estudiantes de Magisterio con edades entre 17 y 36 años. A través de regresiones
lineales múltiples, los resultados muestran que la evaluar la veracidad de la
información en línea, especialmente en los chicos, y la netiqueta,
especialmente en las chicas, predicen la disposición al pensamiento crítico. Se
analizan las implicaciones educativas, especialmente en futuros docentes.
ABSTRACT
Critical thinking is one of
the key skills we apply in dealing with an increasingly complex society. The
advent and spread of the Internet and artificial intelligence has further
increased the need for human beings, especially young people, to develop
critical thinking skills. University students study,
communicate, and entertain themselves using the Internet in a variety of ways. It
would be interesting to ascertain to what extent evaluating information on the
Internet can help young people develop a more robust critical thinking
disposition. Given the lack of studies on this subject, we aimed to analyse whether
behaviours such as netiquette and discernment of the reliability of online
information, both of which require users to assess information on the Internet,
predict critical thinking disposition, allowing for differences among genders.
A total of 415 pre-service teachers aged between 17 and 36 participated. Using
multiple linear regressions, our results show that discerning the veracity of
online information, especially in men, and netiquette, especially in females,
predict critical thinking disposition. We discuss educational implications, especially for future teachers.
PALABRAS CLAVES· KEYWORDS
Netiqueta; educación superior; pensamiento crítico;
competencia digital; diferencias de género; evaluación de la información en
línea
Netiquette; higher education; Critical Thinking;
digital competence; Gender Differences; Online Information Evaluation
1. Introducción
1.1 Disposición al pensamiento
crítico.
Las características de la
sociedad actual incluyen la hipercomunicación, la
inmediatez y la irrupción de la posverdad en el entramado social (Gozálvez-Pérez
et al., 2022). Dichas características, requieren de competencias cada vez más complejas
para poder desenvolverse de manera eficaz. En este sentido, el pensamiento
crítico se presenta como un constructo relevante que, acorde a las demandas de
la sociedad, ha ido cobrando relevancia con el tiempo, generando aportaciones
de interés por parte de diversos autores. Inicialmente, Ennis (1987) lo definió
como la capacidad reflexiva del pensamiento razonado y que permite precisar qué
creer y qué hacer. En la misma línea, Kuhn (1991) puntualiza que debe servir
para la vida, dando importancia a los argumentos razonados. Posteriormente,
diferenciar opiniones y evaluar en base a pruebas se ha convertido en parte
esencial de la teoría del pensamiento crítico (Facione, 1990;
Jiménez-Aleixandre, 2010). Por su parte, algunos autores plantean el
pensamiento crítico bajo dos aspectos, el primero, la habilidad, vinculada con
la cognición, el análisis, la evaluación y la inferencia, entre otros. El
segundo, la disposición, vinculada con la búsqueda de la verdad, la mente
abierta y la sistematicidad, que permiten afrontar desafíos y tomar decisiones
en la vida diaria (Facione et al., 2002; Halpern & Dunn, 2021; Liu et al.,
2024).
La presente investigación se
centra en el estudio de la disposición al pensamiento crítico, aspecto que
algunos autores califican como esencial en lo que a la evaluación del
pensamiento crítico se refiere (Poondej & Lerdpornkulrat, 2015). Así, la disposición al pensamiento
crítico se asocia con variables como el nivel académico, la creatividad
científica (Fernández-Vilanova & Solaz-Portolés,
2022; Frisby, 1991), la resiliencia (Cieza & Palomino, 2020), el
rendimiento académico (Ren et al., 2020) y el pensamiento flexible y fluido
(Liu et al., 2024). Por otro lado, el aprendizaje reflexivo y la participación
en prácticas de alto impacto han demostrado también tener una relación directa
y positiva con la disposición al pensamiento crítico (Álvarez-Huerta et al.,
2023). Algunas investigaciones, han abordado parcialmente rangos de edad, sugiriendo
que en la infancia y la adolescencia dicha disposición se incrementa (Frisby,
1991). Así, según indica Casas y Ceñal (2005), a
partir de los 13 años el adolescente evoluciona hacia un pensamiento cada vez
más abstracto, que implica la capacidad de crítica y de discusión para la
búsqueda de soluciones adecuadas.
En
relación a
diferencias por sexo, hasta el momento, las investigaciones no han encontrado
evidencias que sugieran que chicos y chicas tengan un patrón diferenciado, en
cuanto a la disposición al pensamiento crítico (Cieza & Palomino, 2020; Fernández-Vilanova
& Solaz-Portolés, 2022; Kawashima
& Shiomi, 2007). Aquellas investigaciones que se
aproximan al análisis del mismo, se centran solamente
en algunas dimensiones como la confianza en el razonamiento y la formulación de
juicios a favor de los chicos (Escurra & Delgado, 2018).
Por su parte, la posibilidad
de enseñar y transmitir el pensamiento crítico ha sido demostrada por diversas
investigaciones (Afshar & Rahimi,
2014; Gormley, 2017; Halpern, 2013). En la educación
superior, existe un consenso respecto a la importancia de trabajar dicha
disposición y habilidad por considerarse clave para los graduados (Davies
& Barnett; 2015), al tiempo que se comparte la necesidad de mejorar su
formación en los futuros docentes (Lithoxoidou &
Papadopoulou, 2024). En la actual sociedad digital, internet cobra una
importante relevancia al ser parte inherente de la vida académica y social del
estudiantado, así, en dicho entorno, el pensamiento crítico se presenta como
uno de los desafíos educativos más importantes en la actualidad (Santisteban et
al., 2020).
1.2 Competencias de evaluar
la fiabilidad de la información en línea y netiqueta.
Dos de las competencias
digitales que la Unión Europea establece en el marco de referencia DigComp son
la alfabetización
en el tratamiento de la información y de los datos y comunicación y
colaboración (Vuorikari et al., 2022). Así
mismo, en el DigCompEdu se contempla su desarrollo
por parte de los docentes de cara a trasladarla al proceso de
enseñanza-aprendizaje (Cisneros Barahona et al., 2023).
La primera competencia supone
la navegación, búsqueda, filtrado de datos, así como la evaluación de la
fiabilidad de la información digital. Además, trata del almacenamiento,
organización y recuperación de información en línea (Ministerio de Educación y
Formación Profesional, 2022). En la actualidad, las características de la
sociedad de la información y de la comunicación hacen que el individuo tenga
que enfrentarse a una gran cantidad de información (Kelly et al., 2019; Zenali et al., 2019) y las constantes novedades
tecnológicas, así como la irrupción de la Inteligencia Artificial, manipular y
falsear información pudiendo influir en los posicionamientos de los usuarios
(Gil-Fernández & Calderón-Garrido, 2021). De esta manera, la evaluación de
la fiabilidad de dicha información en línea emerge como una herramienta
trascendental (Bronstein et al., 2019; Cuesta &
Espitia, 2020; Jiménez Rojo, 2020). En este sentido, numerosos autores
evidencian la necesidad de adquirir esta competencia entre el estudiantado universitario
(Cabero-Almenara et al., 2023; Silva
Quiroz et al., 2023) y por tanto tiene especial relevancia entre futuros docentes.
Una subcompetencia
del área de comunicación y colaboración digital, es la netiqueta, comportamiento
habitual del entorno en línea que también requiere evaluación y valoración de la
información en línea. Esta se define como el conjunto de normas y
comportamientos civilizados para utilizar Internet de manera apropiada (Shea, 1994). Esto implica practicar un trato respetuoso en
las redes sociales, respetar la privacidad de los demás y contribuir a un
ambiente virtual positivo (Flores, 2010). Esto requiere, por un lado, valorar
la fiabilidad de la información que se comunica para respetar a las otras
personas en línea, por otro, evaluar el contenido y la forma de lo que se
comunica en línea (Cebollero-Salinas et al., 2022a). Esta subcompetencia
trae numerosos beneficios como por ejemplo, la
mitigación de comportamientos antisociales (Ang, 2015), acoso y ciberacoso (Kumazaki et al., 2011). Otros estudios, también han
investigado su relación con riesgos en línea como es el caso del abuso de
Internet, concluyendo que la etiqueta en línea actúa como un factor protector,
especialmente entre las mujeres (Yudes-Gómez et al.,
2018; Cebollero-Salinas et al., 2021). Por otro lado, se ha observado que el
sexo puede ser un factor diferenciador ya que las chicas alcanzan puntuaciones
más altas que los chicos (Cebollero-Salinas et al., 2021 y 2022a). Aun así, la
investigación sobre etiqueta en línea se ha centrado en describir pautas para
garantizar una comunicación adecuada (Brusco, 2011; Hammond
& Moseley, 2018) en interacciones en línea entre estudiantes y profesores (Arouri & Hamaidi, 2017; Linek & Ostermaier-Grabow,
2018). Sin embargo, no hay estudios que analicen en qué medida esta conducta
puede predecir la disposición del pensamiento crítico.
Las investigaciones que han analizado
la relación entre el pensamiento crítico con la alfabetización en evaluación de
la información en línea son todavía escasas. Asimismo, dichas variables no han
sido aún analizadas desde la perspectiva de la netiqueta. Escribano-Muñoz et
al. (2024) en su revisión sistemática de la confluencia entre el pensamiento
crítico y las redes sociales en el ámbito educativo, evidencian que la mayoría
de estudios son de corte cualitativo y han puesto el foco en experiencias
didácticas del uso de las redes sociales para favorecer el pensamiento crítico,
así como en ofrecer estrategias para evaluar críticamente el contenido
publicado en redes sociales como, por ejemplo, los memes (Camas et al., 2018). Por su parte, otro pequeño grupo trata
de estudios de corte teórico (Riser et al.,
2020). Desde la perspectiva evolutiva, Pérez-García y López-Martínez, (2024) evidencian que el pensamiento crítico para descubrir el
grado de riesgo que entrañan retos y noticias falsas que circulan por internet aumenta
con la edad; sin embargo, hasta la fecha no se disponen de investigaciones que
analicen su influencia según el sexo.
En resumen, el uso de
internet es parte de la vida académica y social del estudiantado universitario,
siendo la alfabetización en la evaluación de la fiabilidad de la información en
línea y la netiqueta competencias clave para afrontar fenómenos cada vez más
frecuentes como la protección de la privacidad y seguridad y la desinformación
en línea (Arcila Rodríguez et al., 2022; Escribano-Muñoz et al., 2024). En
consecuencia, se hace cada vez más necesario abrir líneas de investigación que
aborden estas cuestiones, especialmente entre los jóvenes (Figuera-Avellán,
2022; Fonseca, 2020). Hasta ahora, las investigaciones se han centrado en
analizar experiencias didácticas del uso de las redes sociales para favorecer
el pensamiento crítico, pero hay ausencia de estudios que analicen en qué
medida comportamientos habituales de evaluar la información en internet (como
la netiqueta y la evaluación de la fiabilidad de la información en línea)
pueden facilitar el desarrollo de una disposición crítica más estable. De ahí
que el objetivo de este estudio sea examinar la capacidad predictiva de ambas variables
en la disposición del pensamiento crítico y de forma diferenciada según el sexo
en alumnado universitario. Este análisis favorecerá líneas concretas de trabajo
educativo especialmente con futuros docentes, y contemplando las diferencias
por sexo ya que, chicas y chicos utilizan las redes sociales e internet con
distintas motivaciones (Twenge &
Martin, 2020). Así, nuestras hipótesis de trabajo serán: a) la alfabetización de la
evaluación de la fiabilidad de la información en línea y netiqueta serán
predictores de la disposición al pensamiento crítico, b) habrá diferencias por
sexo ya que la netiqueta predice con mayor fuerza otras conductas en línea en
las chicas. Sin embargo, no podemos definir la dirección de la evaluación de la
fiabilidad de la información porque no hay estudios previos.
2. Metodología
2.1 Muestra
Los participantes fueron 415 estudiantes de la
Facultad de Educación de la Universidad de (anonimizado) (España) donde 299
fueron chicas (72.2%) y 116 chicos (27.8%) y con edades comprendidas entre 17 y
36 años (M=19.98 y SD=4.183). La muestra fue incidental, por accesibilidad.
Esta diferencia de porcentaje en el sexo responde a la
realidad natural del estudiantado de dichos estudios.
2.2 Intrumentos
Escala de Disposición del Pensamiento
Crítico (CTDS; adaptación al
español de Bravo et al., 2020; instrumento original de Sosu, 2013). Consta
de 11 ítems que miden la apertura crítica (p.e,
“Normalmente trato de pensar en el panorama más amplio durante una discusión”)
y el escepticismo reflexivo, (p.e. “A menudo reevalúo
mis experiencias para poder aprender de ellas”), dos componentes de la
disposición al pensamiento crítico. Cada ítem se califica en una escala
tipo Likert de 5 puntos (1 = Totalmente en desacuerdo; 5 = Totalmente de
acuerdo). La consistencia interna de las puntuaciones de la escala (alfa de
Cronbach) en la presente muestra fue de .86.
Escala Competencia evaluación de la
fiabilidad de la información en línea (e-CEI) fue diseñada para este estudio. Se
construyó un cuestionario que evalúa conocimientos, actitudes y destrezas para
evaluar la fiabilidad de la información que, se busca, se recibe y se envía en
línea basados en indicaciones de la competencia digital docente (Ministerio de
Educación y Formación profesional, 2022) así como de las principales
estrategias para verificar la información que indica el Instituto Nacional de
Ciberseguridad de España (INCIBE). Consta de 8 ítems con 6 opciones de
respuesta donde 1= nunca y 6=siempre, p.e “Antes de
reenviar un video o comentario que me llega me detengo a comprobar su
veracidad”. El CFA muestra una solución
unifactorial y un ajuste óptimo de los datos:
(CFI)=.994; (TLI)=.992; RMSEA=.101); AVE=
.567. Así mismo presenta una alta consistencia interna (Alfa de Cronbach=.916).
Netiqueta. Subescala del cuestionario Evaluación de la calidad de la ciberconducta «EsCaCiber» (Ortega et al., 2012) en adolescentes. La subescala consta de 4
ítems tipo Likert de 5 puntos frecuencia (0 -nunca- a 4 -siempre-) y hacen
referencia a la valoración de la información en línea de cara a ser respetuosa y
a proteger la privacidad de los demás, p.e: “Antes de
publicar algo de una persona le pido permiso”. En nuestro estudio, el índice de
fiabilidad fue de α = .80
2.3 Procedimiento
El cuestionario estuvo
disponible en una plataforma en línea y fue cumplimentado por el alumnado
universitario. Se aseguró el anonimato de las personas participantes y la
confidencialidad de sus respuestas. Para la participación en este estudio se
respetaron los estándares éticos establecidos en la Declaración de Helsinki (World Medical
Association, 2013): voluntariedad de
las personas participantes, proporcionando consentimiento libre e informado
para la utilización de sus datos con fines de investigación, indicándoles que
podrían poner fin a su participación en el estudio en cualquier momento. Los
datos fueron tratados confidencialmente respetando la intimidad de los
participantes.
2.4 Análisis de datos.
Se realizó un análisis descriptivo
univariante de la muestra de participantes.
Este análisis permite conocer el perfil sociodemográfico de la muestra,
así como las puntuaciones para la variable de estudio. En primer lugar, se
analizó la normalidad de los datos a través del estadístico Kolmogorov-Smirnov.
A pesar de que los resultados evidenciaron una muestra no normal se han
utilizado pruebas paramétricas pues tal como indica Box et al. (1988), con tamaños de muestra mayores de treinta
personas las distribuciones de medias tienden a aproximarse a una distribución
normal y es posible utilizar técnicas de estadística paramétrica. Así,
se realizaron análisis descriptivos de las variables del estudio, analizando
las diferencias significativas según el sexo mediante la prueba Anova y, para aquellos casos en los que no se cumple el
supuesto de la homogeneidad de la varianza, se utilizó el estadístico
Brown-Forsythe. También se calculó el tamaño del efecto (η). Se analizaron las relaciones
entre variables a través de las correlaciones bivariadas
de Pearson. Por último, se ha analizado la capacidad de las variables de
predecir la disposición del pensamiento crítico aplicando la Regresión
Lineal Múltiple. Se tuvo en cuenta el cumplimiento de los supuestos de
regresión (Pardo & Ruiz, 2005) y se incluyó la variable edad, dado que la
franja de edades de la muestra participante es amplia y las investigaciones
indican que el pensamiento crítico aumenta con la edad (Casas & Ceñal, 2005). Las variables se incluyeron por bloques para
valorar el aporte de nuevas variables una vez que cada una ha realizado su
aportación (Bloque 1: evaluación información online; Bloque 2: netiqueta;
Bloque 3: edad actual). Para calcular los resultados se utilizó el programa estadístico
SPSS v26.
3. Análisis y
resultados
3.1. Descriptivos estadísticos y
relaciones de las variables de estudio según sexo
Las diferencias entre chicas
y chicos en las medias de las variables (tabla 1) plantean algunas diferencias.
En concreto, las chicas presentan mayores valores respecto a la disposición al
pensamiento crítico y la netiqueta, resultando significativas sólo ésta última,
con un tamaño del efecto mediano (η2=
.49). En el caso de la evaluación de
la fiabilidad de la información en línea, los valores son similares y por último, los chicos son algo más mayores, siendo esta
diferencia también significativa.
Tabla 1
Análisis
descriptivos según el sexo
|
Chicas M (SD) |
Chicos M (SD) |
F |
η2 |
Disposición al Pensamiento crítico |
44.26 (±4.66) |
43.71 (±5.40) |
1.03 |
.002 |
Evaluación fiabilidad información
online |
34.80 (±26.57) |
34.97 (±6.36) |
0.06 |
.000 |
Netiqueta |
13.44 (±2.47) |
12.12 (±2.96) |
21.23** |
.049 |
Edad |
19.50 (±6.57) |
21.26 (±4.87) |
170.09** |
.034 |
Nota. * p<.05, **p<.01, ***p<.001.
3.2. Correlaciones
En
la tabla 2 se muestra la relación entre las variables diferenciadas según el
sexo. La disposición al pensamiento crítico correlaciona en ambos sexos con las
dos conductas de valoración de la información en línea, evaluación de la fiabilidad
de la información online y la netiqueta con valores medio altos. Destaca la
relación en los chicos entre la evaluación de la fiabilidad de la información
online y la disposición al pensamiento crítico (.333** vs .384**). También esta
última, con la netiqueta, en el caso de las chicas (.391** vs .216**). La
variable edad, por su parte, se relaciona con las demás variables sólo en el
caso de las chicas.
Tabla 2
Correlaciones de las variables según el sexo
|
1 |
2 |
3 |
4 |
Chicas |
||||
1. Disposición al
pensamiento crítico |
|
.384** |
.391** |
.231** |
2. Evaluación fiabilidad información
online |
.443** |
|
.278** |
.119** |
3.Netiqueta |
.216** |
.077 |
|
.036 |
4 Edad |
.122 |
.148 |
-.126 |
|
|
Chicos |
|
|
|
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).
3.3. Variables que predicen
la disposición pensamiento crítico según el sexo
En la tabla 3 y 4 se recogen
los resultados del análisis de regresión lineal diferenciado según el sexo. Las
variables de estudio predicen el 27% de la disposición del pensamiento crítico
en las chicas y el 23% en los chicos. En ambos casos, la evaluación de la
información en línea es el factor que predice con más fuerza (15% en las chicas
y el 20% en los chicos) seguido de la netiqueta (9% en las chicas y el 3% en
los chicos).
Tabla 3
Análisis
de regresión lineal múltiple en chicas
|
|
B |
SE B |
β |
R2 |
∆R2 |
F |
Modelo 1 |
Evaluación fiabilidad información
online |
.27 |
.04 |
.38 |
.15 |
.15 |
51.63** |
Modelo 2 |
Evaluación fiabilidad
información online |
.21 |
.04 |
.30 |
.24 |
.09 |
45.66** |
|
Netiqueta |
.58 |
.10 |
.31 |
|
|
|
Modelo 3 |
Evaluación fiabilidad información
online |
.20 |
.04 |
.28 |
.27 |
.03 |
36.43** |
|
Netiqueta |
.60 |
.10 |
.31 |
|
|
|
|
Edad |
.23 |
.06 |
.19 |
|
|
|
Nota: *p<.05; **p<.01; ***p<.001
Además, en ambos sexos la
evaluación de la información en línea y netiqueta predicen la disposición al
pensamiento crítico, pero en el caso de los chicos el coeficiente de la
evaluación de la información en línea es mayor (β=.43 chicos vs β=.28).
Sin embargo los coeficientes de la netiqueta son
mayores en las chicas (β=.18 chicos vs β=.31). La edad se incorpora
en la regresión lineal de las chicas.
Tabla 4.
Análisis
de regresión lineal múltiple en chicos
|
|
B |
SE B |
β |
R2 |
∆R2 |
F |
Modelo 1 |
Evaluación fiabilidad información online |
.38 |
.07 |
.44 |
.20 |
.20 |
27.42** |
Modelo 2 |
Evaluación fiabilidad
información online |
.36 |
.07 |
.43 |
.23 |
.03 |
4.78** |
|
Netiqueta |
.34 |
.15 |
.18 |
|
|
|
Nota:
*p<.05; **p<.01; ***p<.001
4. Discusión
En la presente investigación se pretendía examinar si
la competencia de evaluación de la fiabilidad de la información en línea y la
netiqueta predicen la disposición al pensamiento crítico de forma diferenciada
según el sexo en el alumnado universitario, futuros docentes. Los resultados
podrían abrir nuevas líneas de trabajo para afrontar uno de los retos
presentes.
En primer lugar, los resultados descriptivos sugieren
que las disposiciones al pensamiento crítico alcanzan niveles similares en
chicas y en chicos universitarios. Estos hallazgos coinciden con
investigaciones previas en las que no se han encontrado diferencias por sexo en
la disposición del pensamiento crítico (Cieza & Palomino, 2020;
Fernández-Vilanova & Solaz-Portolés, 2022; Kawashima & Shiomi, 2007).
De forma similar, tampoco se hallan diferencias en la competencia de evaluación
de la fiabilidad de la información, lo que resulta novedoso dado que hasta
donde sabemos, hay ausencia de investigaciones que lo analicen. Sin embargo, al
igual que, en los estudios con edades adolescentes (Cebollero-Salinas et al., 2021
y 2022), las chicas universitarias alcanzan mayores niveles de netiqueta, es
decir, valoran la información en línea para comunicarse con respeto y proteger
la privacidad (Flores, 2010). Algunas investigaciones, sugieren una plausible
explicación relacionada con que las chicas pasan más tiempo en redes sociales, por
lo que se plantean con más frecuencia el respeto por la privacidad (Díaz-López et al.,
2020; Joiner et al., 2012; Tifferet, 2019).
Así mismo, el análisis de correlación ha sugerido que
la disposición al pensamiento crítico correlaciona con ambas conductas de
valoración de la información en línea en ambos sexos. En este sentido, algunos
estudios que han analizado la alfabetización crítica digital, han encontrado
que ésta se relaciona con un mejor análisis en la evaluación de noticias, así
como con la capacidad de pensamiento crítico para la evaluación de problemas
socialmente relevantes (Castellví et al., 2020; Santisteban et al., 2020; Šuminas & Jastramskis, 2020). Por su parte,
también destacan que sólo en ellas existe una relación significativa entre la
evaluación de la fiabiidad de la información en línea, la netiqueta y la edad.
Una posible explicación podría ser el mayor tiempo que las chicas pasan en las
redes sociales (Twenge & Martin, 2020), lo que puede llevarles a valorar una
mayor cantidad de información. De esta manera, ya sea por ensayo y error o por
concienciación, podrían detectar los sesgos de la información en línea
encontrada. Además, habría que tener en cuenta que conforme aumenta la edad
evalúan más los riesgos, al tiempo que, son más capaces de asumir desafíos
peligrosos a pesar de las posibles consecuencias (Elboj et al., 2023; Pérez-García
& López-Martínez, 2024).
En cuanto a la capacidad predictiva de las variables,
este estudio evidencia que tanto la evaluación de la fiabilidad de la información
en línea como la netiqueta predicen la disposición al pensamiento crítico en
ambos sexos, quedando confirmada así la primera hipótesis. Esto podría significar
que acciones concretas pueden potenciar el pensamiento crítico en su forma más
estable. Además, la edad adquiere un valor predictor en el caso de las chicas,
lo que significa que las alumnas de últimos cursos de Magisterio podrían tener
más probabilidad de desarrollar la disposición de pensamiento crítico. Una
posible explicación, podría ser la mayor rapidez del proceso madurativo que
experimentan ellas, respecto a ellos (Galdó-Muñóz, 2007).
En cuanto a las diferencias por sexo, cabe destacar,
que en los chicos, la variable con más fuerza predictora es la competencia de
evaluación de la fiabilidad de la información en línea, mientras que en las
chicas es la netiqueta. Este último resultado, coincide con otras investigaciones
que han reportado mayor nivel predictor de netiqueta en las chicas (Cebollero-Salinas
et al., 2022a). De esta manera, queda confirmada la segunda hipótesis,
aportando unas primeras evidencias novedosas.
Estos resultados tienen importantes implicaciones
educativas. Los resultados muestran la importancia de la evaluación de la
fiabilidad de la información y la netiqueta para potenciar el pensamiento
crítico en los estudiantes de Magisterio. En esta línea, las características
propias de la profesión docente requiere, en numerosas ocasiones, de evaluar la
fiabilidad de la información en línea. Algunos ejemplos de ello son la
información que se busca y recibe en internet para preparar las clases, así
como aprender a comunicarse y colaborar en línea con otros docentes y familias,
también ser capaces de enfrentarse a situaciones problemáticas que requieran
soluciones eficaces. En este sentido, estos resultados abren nuevas vías de
potenciar el pensamiento crítico.
Además, es necesario que los docentes sepan promover
la evaluación de la información para la mejora de la ciberconvivencia en los
centros educativos, lo que requiere de profesionales con una adecuada netiqueta,
y que sepan diseñar actividades para su aprendizaje (Cebollero-Salinas et al.,
2022a). En este sentido, se evidencia la conexión de la netiqueta con
competencias emocionales, lo que significa que también podría trabajarse en las
aulas desde los programas de competencias socioemocionales y convivencia (Cebollero-Salinas,
2022c y 2024).
En cualquier caso, diversas investigaciones advierten
que solo una minoría de los estudiantes de Magisterio, comprueba, analiza y
argumenta críticamente (Castellví et al., 2020; Santisteban et al., 2020) por
lo que la formación en pensamiento crítico constituye una necesidad urgente en
nuestra época. En este sentido, la universidad debe posicionarse como un
entorno fundamental donde abordar, de manera colectiva, la reflexión sobre los
entornos digitales y la preparación de los ciudadanos (Mesquita-Romero et
al., 2022). Además, las
tendencias investigativas sobre alfabetización informacional y digital en el
campo educativo, resaltan la necesidad de que las instituciones sean quienes
lideren estas acciones, promoviendo una cultura de alfabetización informacional
con investigaciones que analicen las relación entre dicha alfabetización y sus
componentes pedagógicos, didácticos y curriculares para consolidar políticas
educativas (Arcila Rodríguez et
al., 2022).
Los resultados de este trabajo deben contemplarse
teniendo en cuenta las limitaciones del mismo. En primer lugar, los datos han
sido obtenidos con autoinformes lo que podría tener sesgos de deseabilidad en
la respuesta. Investigaciones futuras, requerirán otras fuentes de información
y datos de corte cualitativo. Por otro lado, la muestra actual fue por
accesibilidad y el porcentaje de chicas era considerablemente mayor que el de
chicos, realidad de los Grados de Magisterio. Si se quisieran generalizar los resultados
al resto de población universitaria, se debería replicar el estudio con una distribución
similar por sexo, asi como aleatorizar la muestra. Así mismo, como prospectiva
futura, sería interesante también conocer si los hallazgos encontrados en este
estudio, respecto a la disposición al pensamiento crítico, posee la misma
dinámica si se valoran las habilidades del pensamiento crítico. A pesar de las
limitaciones expuestas, esta investigación realiza aportaciones novedosas: por
un lado, evidencia que conductas concretas de valoración de la información en
línea pueden potenciar el pensamiento crítico en su faceta más estable. Por
otro lado, la netiqueta se revela como una vía más para potenciar la
disposición crítica, al tiempo que existen diferencias entre chicos y chicas en
la predicción de dicha disposición, aspecto que debería tenerse en cuenta.
Como conclusión, resulta
relevante que competencias concretas en el modo de utilizar las redes sociales
e internet, como son evaluar la fiabilidad de la información y la netiqueta,
puedan favorecer la disposición al pensamiento crítico de los universitarios.
Esto abre caminos para trabajar los retos que el uso general de la Inteligencia
Artificial nos plantea en relación al pensamiento
crítico de los futuros docentes y lo trasladen a las aulas donde ejerzan su
profesión docente.
5. Financiación
Este texto se realiza gracias al apoyo institucional
de la Convocatoria competitiva de Proyectos de Innovación de la Universidad de Zaragoza
(PI_DTOST) en el año 2023 y con referencia ID 4974 con título Metodología
Visible Thinking y el uso de noticias como
estrategias didácticas e innovadoras para el aprendizaje auténtico.
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