Cómo potenciar el pensamiento crítico en la universidad a través de competencias en línea: evaluación de la información y la netiqueta.

 

 

 

 

 

 

How to enhance critical thinking at university through online skills: information assessment and netiquette

 

 

 

 

 

 

 

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Descripción generada automáticamente Dr. Magalí Denoni Buján. Profesor Ayudante Doctor. Universidad de Zaragoza. España

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Descripción generada automáticamente Dra. Ana Cebolledo Salinas. Profesora Ayudante Doctor. Universidad de Zaragoza. España

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Recibido: 2024/07/26 Revisado 2024/10/29 Aceptado: :2024/12/19 Online First: 2024/12/28 Publicado: 2025/01/07

 

 

Cómo citar este artículo:

Denoni Buján, M., & Cebollero Salinas, A. (2025). Cómo potenciar el pensamiento crítico en la universidad a través de competencias en línea: evaluación de la información y la netiqueta [How to enhance critical thinking at university through online skills: information assessment and netiquette]. Pixel-Bit. Revista De Medios Y Educación72, 199–213. https://doi.org/10.12795/pixelbit.109002

 

 

 

 

 

 

 

RESUMEN

Una de las competencias clave para desenvolverse en un mundo cada vez más complejo es el pensamiento crítico. La irrupción de internet y de la inteligencia artificial ha potenciado aún más la necesidad de desarrollar la disposición al pensamiento crítico, especialmente entre los jóvenes. Los chicos y las chicas en la universidad estudian, se comunican y se divierten utilizando internet, aunque lo hacen de manera diferenciada. En este sentido, sería interesante conocer en qué medida evaluar la información en internet puede facilitar el desarrollo de una disposición al pensamiento crítico más estable. Dada la ausencia de estudios que lo valoren, el objetivo de esta investigación es analizar si conductas como evaluar la fiabilidad de la información en línea y la netiqueta, ambas requieren valoración de la información en internet, predicen la disposición al pensamiento crítico y además, de forma diferenciada según el sexo. Participaron 415 estudiantes de Magisterio con edades entre 17 y 36 años. A través de regresiones lineales múltiples, los resultados muestran que la evaluar la veracidad de la información en línea, especialmente en los chicos, y la netiqueta, especialmente en las chicas, predicen la disposición al pensamiento crítico. Se analizan las implicaciones educativas, especialmente en futuros docentes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ABSTRACT

Critical thinking is one of the key skills we apply in dealing with an increasingly complex society. The advent and spread of the Internet and artificial intelligence has further increased the need for human beings, especially young people, to develop critical thinking skills. University students study, communicate, and entertain themselves using the Internet in a variety of ways. It would be interesting to ascertain to what extent evaluating information on the Internet can help young people develop a more robust critical thinking disposition. Given the lack of studies on this subject, we aimed to analyse whether behaviours such as netiquette and discernment of the reliability of online information, both of which require users to assess information on the Internet, predict critical thinking disposition, allowing for differences among genders. A total of 415 pre-service teachers aged between 17 and 36 participated. Using multiple linear regressions, our results show that discerning the veracity of online information, especially in men, and netiquette, especially in females, predict critical thinking disposition. We discuss educational implications, especially for future teachers.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PALABRAS CLAVES· KEYWORDS

Netiqueta; educación superior; pensamiento crítico; competencia digital; diferencias de género; evaluación de la información en línea

Netiquette; higher education; Critical Thinking; digital competence; Gender Differences; Online Information Evaluation

 

 

 

 

 

 

 

 

1. Introducción

1.1 Disposición al pensamiento crítico.

Las características de la sociedad actual incluyen la hipercomunicación, la inmediatez y la irrupción de la posverdad en el entramado social (Gozálvez-Pérez et al., 2022). Dichas características, requieren de competencias cada vez más complejas para poder desenvolverse de manera eficaz. En este sentido, el pensamiento crítico se presenta como un constructo relevante que, acorde a las demandas de la sociedad, ha ido cobrando relevancia con el tiempo, generando aportaciones de interés por parte de diversos autores. Inicialmente, Ennis (1987) lo definió como la capacidad reflexiva del pensamiento razonado y que permite precisar qué creer y qué hacer. En la misma línea, Kuhn (1991) puntualiza que debe servir para la vida, dando importancia a los argumentos razonados. Posteriormente, diferenciar opiniones y evaluar en base a pruebas se ha convertido en parte esencial de la teoría del pensamiento crítico (Facione, 1990; Jiménez-Aleixandre, 2010). Por su parte, algunos autores plantean el pensamiento crítico bajo dos aspectos, el primero, la habilidad, vinculada con la cognición, el análisis, la evaluación y la inferencia, entre otros. El segundo, la disposición, vinculada con la búsqueda de la verdad, la mente abierta y la sistematicidad, que permiten afrontar desafíos y tomar decisiones en la vida diaria (Facione et al., 2002; Halpern & Dunn, 2021; Liu et al., 2024).

La presente investigación se centra en el estudio de la disposición al pensamiento crítico, aspecto que algunos autores califican como esencial en lo que a la evaluación del pensamiento crítico se refiere (Poondej & Lerdpornkulrat, 2015). Así, la disposición al pensamiento crítico se asocia con variables como el nivel académico, la creatividad científica (Fernández-Vilanova & Solaz-Portolés, 2022; Frisby, 1991), la resiliencia (Cieza & Palomino, 2020), el rendimiento académico (Ren et al., 2020) y el pensamiento flexible y fluido (Liu et al., 2024). Por otro lado, el aprendizaje reflexivo y la participación en prácticas de alto impacto han demostrado también tener una relación directa y positiva con la disposición al pensamiento crítico (Álvarez-Huerta et al., 2023). Algunas investigaciones, han abordado parcialmente rangos de edad, sugiriendo que en la infancia y la adolescencia dicha disposición se incrementa (Frisby, 1991). Así, según indica Casas y Ceñal (2005), a partir de los 13 años el adolescente evoluciona hacia un pensamiento cada vez más abstracto, que implica la capacidad de crítica y de discusión para la búsqueda de soluciones adecuadas.

En relación a diferencias por sexo, hasta el momento, las investigaciones no han encontrado evidencias que sugieran que chicos y chicas tengan un patrón diferenciado, en cuanto a la disposición al pensamiento crítico (Cieza & Palomino, 2020; Fernández-Vilanova & Solaz-Portolés, 2022; Kawashima & Shiomi, 2007). Aquellas investigaciones que se aproximan al análisis del mismo, se centran solamente en algunas dimensiones como la confianza en el razonamiento y la formulación de juicios a favor de los chicos (Escurra & Delgado, 2018).

Por su parte, la posibilidad de enseñar y transmitir el pensamiento crítico ha sido demostrada por diversas investigaciones (Afshar & Rahimi, 2014; Gormley, 2017; Halpern, 2013). En la educación superior, existe un consenso respecto a la importancia de trabajar dicha disposición y habilidad por considerarse clave para los graduados (Da­vies & Barnett; 2015), al tiempo que se comparte la necesidad de mejorar su formación en los futuros docentes (Lithoxoidou & Papadopoulou, 2024). En la actual sociedad digital, internet cobra una importante relevancia al ser parte inherente de la vida académica y social del estudiantado, así, en dicho entorno, el pensamiento crítico se presenta como uno de los desafíos educativos más importantes en la actualidad (Santisteban et al., 2020).

1.2 Competencias de evaluar la fiabilidad de la información en línea y netiqueta.

Dos de las competencias digitales que la Unión Europea establece en el marco de referencia DigComp son la alfabetización en el tratamiento de la información y de los datos y comunicación y colaboración (Vuorikari et al., 2022). Así mismo, en el DigCompEdu se contempla su desarrollo por parte de los docentes de cara a trasladarla al proceso de enseñanza-aprendizaje (Cisneros Barahona et al., 2023).

La primera competencia supone la navegación, búsqueda, filtrado de datos, así como la evaluación de la fiabilidad de la información digital. Además, trata del almacenamiento, organización y recuperación de información en línea (Ministerio de Educación y Formación Profesional, 2022). En la actualidad, las características de la sociedad de la información y de la comunicación hacen que el individuo tenga que enfrentarse a una gran cantidad de información (Kelly et al., 2019; Zenali et al., 2019) y las constantes novedades tecnológicas, así como la irrupción de la Inteligencia Artificial, manipular y falsear información pudiendo influir en los posicionamientos de los usuarios (Gil-Fernández & Calderón-Garrido, 2021). De esta manera, la evaluación de la fiabilidad de dicha información en línea emerge como una herramienta trascendental (Bronstein et al., 2019; Cuesta & Espitia, 2020; Jiménez Rojo, 2020). En este sentido, numerosos autores evidencian la necesidad de adquirir esta competencia entre el estudiantado universitario (Cabero-Almenara et al., 2023; Silva Quiroz et al., 2023) y por tanto tiene especial relevancia entre futuros docentes.

Una subcompetencia del área de comunicación y colaboración digital, es la netiqueta, comportamiento habitual del entorno en línea que también requiere evaluación y valoración de la información en línea. Esta se define como el conjunto de normas y comportamientos civilizados para utilizar Internet de manera apropiada (Shea, 1994). Esto implica practicar un trato respetuoso en las redes sociales, respetar la privacidad de los demás y contribuir a un ambiente virtual positivo (Flores, 2010). Esto requiere, por un lado, valorar la fiabilidad de la información que se comunica para respetar a las otras personas en línea, por otro, evaluar el contenido y la forma de lo que se comunica en línea (Cebollero-Salinas et al., 2022a). Esta subcompetencia trae numerosos beneficios como por ejemplo, la mitigación de comportamientos antisociales (Ang, 2015), acoso y ciberacoso (Kumazaki et al., 2011). Otros estudios, también han investigado su relación con riesgos en línea como es el caso del abuso de Internet, concluyendo que la etiqueta en línea actúa como un factor protector, especialmente entre las mujeres (Yudes-Gómez et al., 2018; Cebollero-Salinas et al., 2021). Por otro lado, se ha observado que el sexo puede ser un factor diferenciador ya que las chicas alcanzan puntuaciones más altas que los chicos (Cebollero-Salinas et al., 2021 y 2022a). Aun así, la investigación sobre etiqueta en línea se ha centrado en describir pautas para garantizar una comunicación adecuada (Brusco, 2011; Hammond & Moseley, 2018) en interacciones en línea entre estudiantes y profesores (Arouri & Hamaidi, 2017; Linek & Ostermaier-Grabow, 2018). Sin embargo, no hay estudios que analicen en qué medida esta conducta puede predecir la disposición del pensamiento crítico.

Las investigaciones que han analizado la relación entre el pensamiento crítico con la alfabetización en evaluación de la información en línea son todavía escasas. Asimismo, dichas variables no han sido aún analizadas desde la perspectiva de la netiqueta. Escribano-Muñoz et al. (2024) en su revisión sistemática de la confluencia entre el pensamiento crítico y las redes sociales en el ámbito educativo, evidencian que la mayoría de estudios son de corte cualitativo y han puesto el foco en experiencias didácticas del uso de las redes sociales para favorecer el pensamiento crítico, así como en ofrecer estrategias para evaluar críticamente el contenido publicado en redes sociales como, por ejemplo, los memes (Camas et al., 2018). Por su parte, otro pequeño grupo trata de estudios de corte teórico (Riser et al., 2020). Desde la perspectiva evolutiva, Pérez-García y López-Martínez, (2024) evidencian que el pensamiento crítico para descubrir el grado de riesgo que entrañan retos y noticias falsas que circulan por internet aumenta con la edad; sin embargo, hasta la fecha no se disponen de investigaciones que analicen su influencia según el sexo.

En resumen, el uso de internet es parte de la vida académica y social del estudiantado universitario, siendo la alfabetización en la evaluación de la fiabilidad de la información en línea y la netiqueta competencias clave para afrontar fenómenos cada vez más frecuentes como la protección de la privacidad y seguridad y la desinformación en línea (Arcila Rodríguez et al., 2022; Escribano-Muñoz et al., 2024). En consecuencia, se hace cada vez más necesario abrir líneas de investigación que aborden estas cuestiones, especialmente entre los jóvenes (Figuera-Avellán, 2022; Fonseca, 2020). Hasta ahora, las investigaciones se han centrado en analizar experiencias didácticas del uso de las redes sociales para favorecer el pensamiento crítico, pero hay ausencia de estudios que analicen en qué medida comportamientos habituales de evaluar la información en internet (como la netiqueta y la evaluación de la fiabilidad de la información en línea) pueden facilitar el desarrollo de una disposición crítica más estable. De ahí que el objetivo de este estudio sea examinar la capacidad predictiva de ambas variables en la disposición del pensamiento crítico y de forma diferenciada según el sexo en alumnado universitario. Este análisis favorecerá líneas concretas de trabajo educativo especialmente con futuros docentes, y contemplando las diferencias por sexo ya que, chicas y chicos utilizan las redes sociales e internet con distintas motivaciones (Twenge & Martin, 2020). Así, nuestras hipótesis de trabajo serán: a) la alfabetización de la evaluación de la fiabilidad de la información en línea y netiqueta serán predictores de la disposición al pensamiento crítico, b) habrá diferencias por sexo ya que la netiqueta predice con mayor fuerza otras conductas en línea en las chicas. Sin embargo, no podemos definir la dirección de la evaluación de la fiabilidad de la información porque no hay estudios previos.

2. Metodología

2.1 Muestra

Los participantes fueron 415 estudiantes de la Facultad de Educación de la Universidad de (anonimizado) (España) donde 299 fueron chicas (72.2%) y 116 chicos (27.8%) y con edades comprendidas entre 17 y 36 años (M=19.98 y SD=4.183). La muestra fue incidental, por accesibilidad.

Esta diferencia de porcentaje en el sexo responde a la realidad natural del estudiantado de dichos estudios.

2.2 Intrumentos

Escala de Disposición del Pensamiento Crítico (CTDS; adaptación al español de Bravo et al., 2020; instrumento original de Sosu, 2013). Consta de 11 ítems que miden la apertura crítica (p.e, “Normalmente trato de pensar en el panorama más amplio durante una discusión”) y el escepticismo reflexivo, (p.e. “A menudo reevalúo mis experiencias para poder aprender de ellas”), dos componentes de la disposición al pensamiento crítico. Cada ítem se califica en una escala tipo Likert de 5 puntos (1 = Totalmente en desacuerdo; 5 = Totalmente de acuerdo). La consistencia interna de las puntuaciones de la escala (alfa de Cronbach) en la presente muestra fue de .86.

Escala Competencia evaluación de la fiabilidad de la información en línea (e-CEI) fue diseñada para este estudio. Se construyó un cuestionario que evalúa conocimientos, actitudes y destrezas para evaluar la fiabilidad de la información que, se busca, se recibe y se envía en línea basados en indicaciones de la competencia digital docente (Ministerio de Educación y Formación profesional, 2022) así como de las principales estrategias para verificar la información que indica el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE). Consta de 8 ítems con 6 opciones de respuesta donde 1= nunca y 6=siempre, p.e “Antes de reenviar un video o comentario que me llega me detengo a comprobar su veracidad”. El CFA muestra una solución unifactorial y un ajuste óptimo de los datos: (CFI)=.994; (TLI)=.992; RMSEA=.101); AVE= .567. Así mismo presenta una alta consistencia interna (Alfa de Cronbach=.916).

Netiqueta. Subescala del cuestionario Evaluación de la calidad de la ciberconducta «EsCaCiber» (Ortega et al., 2012) en adolescentes. La subescala consta de 4 ítems tipo Likert de 5 puntos frecuencia (0 -nunca- a 4 -siempre-) y hacen referencia a la valoración de la información en línea de cara a ser respetuosa y a proteger la privacidad de los demás, p.e: “Antes de publicar algo de una persona le pido permiso”. En nuestro estudio, el índice de fiabilidad fue de α = .80

2.3 Procedimiento

El cuestionario estuvo disponible en una plataforma en línea y fue cumplimentado por el alumnado universitario. Se aseguró el anonimato de las personas participantes y la confidencialidad de sus respuestas. Para la participación en este estudio se respetaron los estándares éticos establecidos en la Declaración de Helsinki (World Medical Association, 2013): voluntariedad de las personas participantes, proporcionando consentimiento libre e informado para la utilización de sus datos con fines de investigación, indicándoles que podrían poner fin a su participación en el estudio en cualquier momento. Los datos fueron tratados confidencialmente respetando la intimidad de los participantes.

2.4 Análisis de datos.

Se realizó un análisis descriptivo univariante de la muestra de participantes.  Este análisis permite conocer el perfil sociodemográfico de la muestra, así como las puntuaciones para la variable de estudio. En primer lugar, se analizó la normalidad de los datos a través del estadístico Kolmogorov-Smirnov. A pesar de que los resultados evidenciaron una muestra no normal se han utilizado pruebas paramétricas pues tal como indica Box et al. (1988), con tamaños de muestra mayores de treinta personas las distribuciones de medias tienden a aproximarse a una distribución normal y es posible utilizar técnicas de estadística paramétrica. Así, se realizaron análisis descriptivos de las variables del estudio, analizando las diferencias significativas según el sexo mediante la prueba Anova y, para aquellos casos en los que no se cumple el supuesto de la homogeneidad de la varianza, se utilizó el estadístico Brown-Forsythe. También se calculó el tamaño del efecto (η). Se analizaron las relaciones entre variables a través de las correlaciones bivariadas de Pearson. Por último, se ha analizado la capacidad de las variables de predecir la disposición del pensamiento crítico aplicando la Regresión Lineal Múltiple. Se tuvo en cuenta el cumplimiento de los supuestos de regresión (Pardo & Ruiz, 2005) y se incluyó la variable edad, dado que la franja de edades de la muestra participante es amplia y las investigaciones indican que el pensamiento crítico aumenta con la edad (Casas & Ceñal, 2005). Las variables se incluyeron por bloques para valorar el aporte de nuevas variables una vez que cada una ha realizado su aportación (Bloque 1: evaluación información online; Bloque 2: netiqueta; Bloque 3: edad actual). Para calcular los resultados se utilizó el programa estadístico SPSS v26.

3. Análisis y resultados

3.1. Descriptivos estadísticos y relaciones de las variables de estudio según sexo

Las diferencias entre chicas y chicos en las medias de las variables (tabla 1) plantean algunas diferencias. En concreto, las chicas presentan mayores valores respecto a la disposición al pensamiento crítico y la netiqueta, resultando significativas sólo ésta última, con un tamaño del efecto mediano (η2= .49). En el caso de la evaluación de la fiabilidad de la información en línea, los valores son similares y por último, los chicos son algo más mayores, siendo esta diferencia también significativa.

 

Tabla 1

Análisis descriptivos según el sexo

 

Chicas

M (SD)

Chicos

M (SD)

  F

 η2

Disposición al

Pensamiento crítico

44.26 (±4.66)

43.71 (±5.40)

1.03

.002

Evaluación fiabilidad información online

34.80 (±26.57)

34.97 (±6.36)

0.06

.000

Netiqueta

13.44 (±2.47)

12.12 (±2.96)

21.23**

.049

Edad

19.50 (±6.57)

21.26 (±4.87)

170.09**

.034

Nota. * p<.05, **p<.01, ***p<.001.

 

3.2. Correlaciones

En la tabla 2 se muestra la relación entre las variables diferenciadas según el sexo. La disposición al pensamiento crítico correlaciona en ambos sexos con las dos conductas de valoración de la información en línea, evaluación de la fiabilidad de la información online y la netiqueta con valores medio altos. Destaca la relación en los chicos entre la evaluación de la fiabilidad de la información online y la disposición al pensamiento crítico (.333** vs .384**). También esta última, con la netiqueta, en el caso de las chicas (.391** vs .216**). La variable edad, por su parte, se relaciona con las demás variables sólo en el caso de las chicas.

Tabla 2

 Correlaciones de las variables según el sexo

 

1

2

3

4

                                                                                                           Chicas

1. Disposición al pensamiento crítico

 

.384**

.391**

.231**

2. Evaluación fiabilidad información online

.443**

 

.278**

.119**

3.Netiqueta

.216**

.077

 

.036

4 Edad

    .122

.148

-.126

 

 

Chicos

 

 

 

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

 

3.3. Variables que predicen la disposición pensamiento crítico según el sexo

En la tabla 3 y 4 se recogen los resultados del análisis de regresión lineal diferenciado según el sexo. Las variables de estudio predicen el 27% de la disposición del pensamiento crítico en las chicas y el 23% en los chicos. En ambos casos, la evaluación de la información en línea es el factor que predice con más fuerza (15% en las chicas y el 20% en los chicos) seguido de la netiqueta (9% en las chicas y el 3% en los chicos).

Tabla 3

Análisis de regresión lineal múltiple en chicas

 

 

B

SE B

β

R2

∆R2

F

Modelo 1

Evaluación fiabilidad  información online

.27

.04

.38

.15

.15

51.63**

Modelo 2

Evaluación fiabilidad información online

.21

.04

.30

.24

.09

45.66**

 

Netiqueta

.58

.10

.31

 

 

 

Modelo 3

Evaluación fiabilidad información online

.20

.04

.28

.27

.03

36.43**

 

Netiqueta

.60

.10

.31

 

 

 

 

Edad

.23

.06

.19

 

 

 

Nota: *p<.05; **p<.01; ***p<.001

 

Además, en ambos sexos la evaluación de la información en línea y netiqueta predicen la disposición al pensamiento crítico, pero en el caso de los chicos el coeficiente de la evaluación de la información en línea es mayor (β=.43 chicos vs β=.28). Sin embargo los coeficientes de la netiqueta son mayores en las chicas (β=.18 chicos vs β=.31). La edad se incorpora en la regresión lineal de las chicas.

Tabla 4.

Análisis de regresión lineal múltiple en chicos

 

 

B

SE B

β

 

R2

∆R2

F

Modelo 1

Evaluación fiabilidad información online

.38

.07

.44

.20

.20

27.42**

Modelo 2

Evaluación fiabilidad información online

.36

.07

.43

.23

.03

4.78**

 

Netiqueta

.34

.15

.18

 

 

 

Nota: *p<.05; **p<.01; ***p<.001

 

4. Discusión

En la presente investigación se pretendía examinar si la competencia de evaluación de la fiabilidad de la información en línea y la netiqueta predicen la disposición al pensamiento crítico de forma diferenciada según el sexo en el alumnado universitario, futuros docentes. Los resultados podrían abrir nuevas líneas de trabajo para afrontar uno de los retos presentes.

En primer lugar, los resultados descriptivos sugieren que las disposiciones al pensamiento crítico alcanzan niveles similares en chicas y en chicos universitarios. Estos hallazgos coinciden con investigaciones previas en las que no se han encontrado diferencias por sexo en la disposición del pensamiento crítico (Cieza & Palomino, 2020; Fernández-Vilanova & Solaz-Portolés, 2022; Kawashima & Shiomi, 2007). De forma similar, tampoco se hallan diferencias en la competencia de evaluación de la fiabilidad de la información, lo que resulta novedoso dado que hasta donde sabemos, hay ausencia de investigaciones que lo analicen. Sin embargo, al igual que, en los estudios con edades adolescentes (Cebollero-Salinas et al., 2021 y 2022), las chicas universitarias alcanzan mayores niveles de netiqueta, es decir, valoran la información en línea para comunicarse con respeto y proteger la privacidad (Flores, 2010). Algunas investigaciones, sugieren una plausible explicación relacionada con que las chicas pasan más tiempo en redes sociales, por lo que se plantean con más frecuencia el respeto por la privacidad (Díaz-López et al., 2020; Joiner et al., 2012; Tifferet, 2019).

Así mismo, el análisis de correlación ha sugerido que la disposición al pensamiento crítico correlaciona con ambas conductas de valoración de la información en línea en ambos sexos. En este sentido, algunos estudios que han analizado la alfabetización crítica digital, han encontrado que ésta se relaciona con un mejor análisis en la evaluación de noticias, así como con la capacidad de pensamiento crítico para la evaluación de problemas socialmente relevantes (Castellví et al., 2020; Santisteban et al., 2020; Šuminas & Jastramskis, 2020). Por su parte, también destacan que sólo en ellas existe una relación significativa entre la evaluación de la fiabiidad de la información en línea, la netiqueta y la edad. Una posible explicación podría ser el mayor tiempo que las chicas pasan en las redes sociales (Twenge & Martin, 2020), lo que puede llevarles a valorar una mayor cantidad de información. De esta manera, ya sea por ensayo y error o por concienciación, podrían detectar los sesgos de la información en línea encontrada. Además, habría que tener en cuenta que conforme aumenta la edad evalúan más los riesgos, al tiempo que, son más capaces de asumir desafíos peligrosos a pesar de las posibles consecuencias (Elboj et al., 2023; Pérez-García & López-Martínez, 2024).

En cuanto a la capacidad predictiva de las variables, este estudio evidencia que tanto la evaluación de la fiabilidad de la información en línea como la netiqueta predicen la disposición al pensamiento crítico en ambos sexos, quedando confirmada así la primera hipótesis. Esto podría significar que acciones concretas pueden potenciar el pensamiento crítico en su forma más estable. Además, la edad adquiere un valor predictor en el caso de las chicas, lo que significa que las alumnas de últimos cursos de Magisterio podrían tener más probabilidad de desarrollar la disposición de pensamiento crítico. Una posible explicación, podría ser la mayor rapidez del proceso madurativo que experimentan ellas, respecto a ellos (Galdó-Muñóz, 2007).

En cuanto a las diferencias por sexo, cabe destacar, que en los chicos, la variable con más fuerza predictora es la competencia de evaluación de la fiabilidad de la información en línea, mientras que en las chicas es la netiqueta. Este último resultado, coincide con otras investigaciones que han reportado mayor nivel predictor de netiqueta en las chicas (Cebollero-Salinas et al., 2022a). De esta manera, queda confirmada la segunda hipótesis, aportando unas primeras evidencias novedosas.

Estos resultados tienen importantes implicaciones educativas. Los resultados muestran la importancia de la evaluación de la fiabilidad de la información y la netiqueta para potenciar el pensamiento crítico en los estudiantes de Magisterio. En esta línea, las características propias de la profesión docente requiere, en numerosas ocasiones, de evaluar la fiabilidad de la información en línea. Algunos ejemplos de ello son la información que se busca y recibe en internet para preparar las clases, así como aprender a comunicarse y colaborar en línea con otros docentes y familias, también ser capaces de enfrentarse a situaciones problemáticas que requieran soluciones eficaces. En este sentido, estos resultados abren nuevas vías de potenciar el pensamiento crítico.

Además, es necesario que los docentes sepan promover la evaluación de la información para la mejora de la ciberconvivencia en los centros educativos, lo que requiere de profesionales con una adecuada netiqueta, y que sepan diseñar actividades para su aprendizaje (Cebollero-Salinas et al., 2022a). En este sentido, se evidencia la conexión de la netiqueta con competencias emocionales, lo que significa que también podría trabajarse en las aulas desde los programas de competencias socioemocionales y convivencia (Cebollero-Salinas, 2022c y 2024).

En cualquier caso, diversas investigaciones advierten que solo una minoría de los estudiantes de Magisterio, comprueba, analiza y argumenta críticamente (Castellví et al., 2020; Santisteban et al., 2020) por lo que la formación en pensamiento crítico constituye una necesidad urgente en nuestra época. En este sentido, la universidad debe posicionarse como un entorno fundamental donde abordar, de manera colectiva, la reflexión sobre los entornos digitales y la preparación de los ciudadanos (Mesquita-Romero et al., 2022). Además, las tendencias investigativas sobre alfabetización informacional y digital en el campo educativo, resaltan la necesidad de que las instituciones sean quienes lideren estas acciones, promoviendo una cultura de alfabetización informacional con investigaciones que analicen las relación entre dicha alfabetización y sus componentes pedagógicos, didácticos y curriculares para consolidar políticas educativas (Arcila Rodríguez et al., 2022).

Los resultados de este trabajo deben contemplarse teniendo en cuenta las limitaciones del mismo. En primer lugar, los datos han sido obtenidos con autoinformes lo que podría tener sesgos de deseabilidad en la respuesta. Investigaciones futuras, requerirán otras fuentes de información y datos de corte cualitativo. Por otro lado, la muestra actual fue por accesibilidad y el porcentaje de chicas era considerablemente mayor que el de chicos, realidad de los Grados de Magisterio. Si se quisieran generalizar los resultados al resto de población universitaria, se debería replicar el estudio con una distribución similar por sexo, asi como aleatorizar la muestra. Así mismo, como prospectiva futura, sería interesante también conocer si los hallazgos encontrados en este estudio, respecto a la disposición al pensamiento crítico, posee la misma dinámica si se valoran las habilidades del pensamiento crítico. A pesar de las limitaciones expuestas, esta investigación realiza aportaciones novedosas: por un lado, evidencia que conductas concretas de valoración de la información en línea pueden potenciar el pensamiento crítico en su faceta más estable. Por otro lado, la netiqueta se revela como una vía más para potenciar la disposición crítica, al tiempo que existen diferencias entre chicos y chicas en la predicción de dicha disposición, aspecto que debería tenerse en cuenta.

Como conclusión, resulta relevante que competencias concretas en el modo de utilizar las redes sociales e internet, como son evaluar la fiabilidad de la información y la netiqueta, puedan favorecer la disposición al pensamiento crítico de los universitarios. Esto abre caminos para trabajar los retos que el uso general de la Inteligencia Artificial nos plantea en relación al pensamiento crítico de los futuros docentes y lo trasladen a las aulas donde ejerzan su profesión docente.

 

5. Financiación

Este texto se realiza gracias al apoyo institucional de la Convocatoria competitiva de Proyectos de Innovación de la Universidad de Zaragoza (PI_DTOST) en el año 2023 y con referencia ID 4974 con título Metodología Visible Thinking y el uso de noticias como estrategias didácticas e innovadoras para el aprendizaje auténtico.

 

Referencias

Afshar, H. S., & Rahimi, M. (2014). The Relations­hip among Critical Thinking, Emotional Intelligen­ce, and Speaking Abilities of Iranian EFL Lear­ners. Procedia-Social and Behavioral Sciences, 136, 75-79. https://doi:10.1016/j.sbspro.2014.05.291   

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